Tengo la sensación de que este fin de semana hemos dado un paso importante en el afianzamiento del club. Los pequeños han jugado en Carballo y los cadetes y juveniles han doblado jornada en Tui y Meaño. Los senior también disputaron su partido contra el equipo tudense.
Independiente de los resultados, todos muy meritorios, me quedo con el esfuerzo callado, insistente, casi teimudo, de cada uno de los miembros del club, padres, entrenadores, delegados, y jugadores: no fue fácil desplazar a los chavales el sábado y volver el domingo. Pero tengo la honda confianza de que estos esfuerzos, que creemos que quedan ahí sin más trascendencia, tienen la importancia de apuntalar los cimientos del club.
Siempre os he dicho que valoro más el trabajo que el resultado, sabiendo que solo se obtienen méritos desde la base de una labor continua. Y creo que este fin de semana hemos aprendido que no siempre va a ser sencillo, que vendrán momentos más difíciles, pero que poniendo un poco cada uno; involucrándonos todos un poquito más tal vez hagamos honor al nombre del club: viendo la línea como un conjunto de puntos, como un camino a seguir, o como la inalcanzable que marca el horizonte que siempre nos pide un avance.